“Pajarraco”…
¡¡Ya habemus Papa!!
Después
de un sin fin de aburridos mítines tanto por el bando de los cultivadores de la
rosa por una parte, y los de la gaviota por la otra: acaba de aparecer un pajarraco de
amplias dimensiones y aspecto tranquilo y amistoso (de momento) surcando los cielos, al parecer con ánimos de
establecerse y anidar en nuestros suelos, al menos por una temporada, y con el
propósito de repetir otro periodo de crianza, siempre que las circunstancias
les sean favorables, y al mismo tiempo si nosotros los cazadores de la
temporada se lo permitamos. De momento gracias a Dios, nos hemos librado del
cansancio de oír los insultos de los unos hacia los otros, y los otros hacia los unos, que lo único que hemos sacado en
claro durante el bochornoso periodo de las elecciones encaminadas para gobernar
los próximos ocho años de “chupamdegui” sí (y digo bien, puesto que es lo único
en que piensan, en buscar donde poder meter la zarpa la mayoría de los
políticos) que aquí el que no corre vuela y cada cual arrima la brasa a su
sardina, pensando solo y exclusivamente, en solucionar su porvenir durante
unos años, a base de mentiras y falsas promesas, importándole un pepino el
resto de los demás sufridores ciudadanos.
El
cambio (por imperiosa realidad del momento que estamos atravasando) lo
estábamos esperando ya con impaciencia y creo que era más que necesario, visto
lo ocurrido y el lugar en que nos han dejado los pilotos que han manejado los movimientos de la nave durante
estos ocho largos larguísimos años de pilotaje, en el que nos han dejado (lo
siento, pero como siempre tengo que hacer alusión a los chascarrillos de mi
abuela) como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando, o lo que es peor aun
que suene mal, a una parte muy elevada de los ciudadanos, en la indigencia….
Ahora bien, el cambio ya lo hemos conseguido,
por el momento todo parece genial, yo al menos no las tengo todas consigo ya
que la cosa la veo bastante chunga, y no veo la salida por ninguna parte de esta
asfixiante crisis en la que estamos inmersos. Creo que a estos nuevos
conductores de nuestro destino, les va a costar bastantes sudores y dolores de
cabeza, para sacarnos del pozo en el que nos encontramos. Solo me queda que
desearles toda la suerte del mundo por el bien de todos, pero me gustaría
decirles algo muy, muy importante: que pongan todo el interés posible en el
cumplimiento del pajarraco, por que de no ser así, no nos quedará otra a los
ciudadanos que cortarle las alas, rescindirle el contrato y mandarlo a construir
el nido a otros territorios….