El chorizo extremeño”
¡¡Que tiempos aquellos!! Aunque parece que fue ayer sí, pero la verdad
es que ya han pasado un buen puñado de años, a pesar de que casi no nos
hallamos enterado, pero lo cierto es
que aunque en nuestras mentes permanezcan
los recuerdo de por vida, el tiempo ha pasado por la misma a la velocidad del
rayo. Pero bueno, dejemos esto por el
momento, y sigamos con el asunto que me ha movido para escribir estas experiencias que no es otra
cosa que dar a conocer (y al mismo tiempo hacer algo de propaganda de mi tierra)
cuando llegaba la época de hacer la matanza de casa, que siempre se efectuaba (no
se si por azar o por capricho) el ocho
de diciembre día de la
Purísima Concepción.
Después de los años
trascurridos, como acuden a mi mente aquellos maravillosos tiempos, nos
solíamos juntar parte de la familia, nosotros los pequeños a pasárnoslo bien durante
los cuatro o cinco días que duraba dicho acontecimiento, degustando en
especial las magras de cerdo (Ibérico
claro) a la brasa, y los mayores a trabajar picando carne y demás ingredientes
necesarios, ya que había que preparar la vianda para todo un uño. Recuerdo que
además del jamón, costillas tocino de papada y barriguera para los torreznos,
se hacían chorizos, comineras, patateras, lomos, buches, lacones y morcillas de
sangre y cebolla, o sea, lo que se dice toda clase de embutidos: que al
conjunto de todo ello le llamábamos chacina. Sí, porque la palabra chorizo….
puede dar motivo a posibles y
desagradables confusiones, pero si decimos chacina ya es otra cosa, quiere
decir que es auténtico manjar extremeño.
Hasta aquí solo se
conocía por su fama el chorizo (chacina) extremeño, el salmantino y como no, el
chorizo Revilla (ya en segunda escala) y por si faltaba alguno el de “Cantinpalo”
aunque este debió ser muy escurridizo (como los de ahora por que yo no recuerdo
haberlos probado) y todos gozábamos de unos saludables y exquisitos embutidos: pero hoy día no es lo
mismo, desde hace unos años para acá la cosa ha cambiado totalmente por
completo.
¡¡Pero que pasó!! Que
desde que algunos especuladores amigos de feos y turbios negocios, atracadores
con alevosía y nocturnidad, acostumbrados a vivir a toda costa de meter la mano
en la hucha o mochila como os guste llamar, y sin doblar el espinazo (si
espinazo por burros) en su vida, descubrieron que esto de fabricar chorizo era
un chollo, se inventaron un más que sucio negocio y montaron en España nada más
y nada menos que diecisiete Macro-empresas choriceras, que terminaron con los pequeños,
humildes y honrados matarifes del pasado. Pero claro, estos indeseables solo
fabrican chorizo de muy baja y sospechosa calidad, y a demás en cantidades
astronómicas, poro que lo que se dice chorizos, chorizos… la verdad que si lo
son en abundancia, pero demostrando carecer
de toda clase de honradez y vergüenza.
Por no extenderme
demasiado y no resultar pesado al respetable, solo reflejaré dos de las
localidades donde se hallan ubicadas estas grandes y sospechosas empresas y el
nombre de las mismas, por si algunos os dedicáis a regentar tiendas de
ultramarinos u hoteles, para hacerles los pedidos choricero, y así poder
disfrutar de interesantísimos descuentos, pero eso si, sin que en ningún
momento perdáis de vista la cartera. Ciudad, Marbella, Supermercado “Malaya” gerente
J. Gil (fallecido) adjunto J. Muñoz, el que pregonaba a bombo y platillo “los
chorizos a la cárcel” y mira por donde. Valencia, gerente F. Camps, adjunto, R. Costa, Mallorca
Supermercado “Gurtel” gerente J. Mata, adjunto I. Urgandarín, un reconocido
deportista, más que nada por el puesto que ocupa en la sociedad. Donde os
recibirán como principales dirigentes
para haceros toda clase de descuentos siempre que ellos gocen de participar de
buenos dividendos. Yo estoy seguro que
no tendré demasiados problemas con ellos, por que como buen extremeño y
conocedor de la chacina, (no de los chorizos) cuando revise la chorizada como
no me fío un pelo de ellos, si veo algo raro o no me guste su presencia, me
fijaré en el código de barras, y si no comienza por EX, no me haré cargo de dicha mercancía.
Y ahora después de
todo lo expuesto en el presente escrito y a demás de estar hasta la médula de
tanto tuerce botas atracadores y chorizos: perdonar por la reincidencia, pero otra vez más tengo que
recurrir a los refranes de mi abuela materna: decía así, “más vale lo malo
conocido que lo bueno por conocer” por lo tanto, creo que me quedo con el consejo, y como no, con mi extraordinario
y natural chorizo extremeño…
El abuelo, 11/06/13